WASSAP o cómo tener un espia en tu vida.

Hacía tiempo que no escribía en mi blog. Mis muchas obligaciones hacen que lo tuviera un poco abandonado.
Esta vez he abierto mi pequeña caja de Pandora  para, quizás hacer una pequeña reivindicación a la vida privada de las personas, de los profesionales, de la intimidad en general.
Hace unos meses leí con gran interés y completo apoyo el artículo de Noelia López Cheda
https://noelialopezcheda.wordpress.com/2014/10/30/me-niego-a-ser-la-agenda-de-mi-hija-por-el-whatsapp/, en el cual nos explica la experiencia con su hija ,que se acomodó en el grupo de chat de la clase para que le sirviera de agenda personal, por si accidentalmente olvidaba los deberes. Aconsejo fervientemente leer este escrito. Demuestra ser una persona con mucha coherencia que no se deja arrastrar por la muchedumbre.
Reconozco y me siento tremendamente mal  al reconocerlo que en alguna ocasión he acudido a este recurso cuando mi hijo se despista de apuntar  alguna tarea. Este artículo me abrió los ojos y me dí cuenta del tremendo error que estaba cometiendo. Por eso, en la actualidad, me niego a formar parte de ningún grupo de wassap que tenga que ver con estos menesteres.
Como profesional de la enseñanza divulgo el mal que nos está haciendo. Por poner un pequeño ejemplo, el otro día, a mis alumnos les mandé un trabajo en el cual tenían que investigar a un animal. En las instrucciones venía claramente cómo se debía de hacer. Les comenté personalmente, que lo podían hacer con algún compañero de la clase , o bien en familia. Pues bien, un tierno infante , le dijo a su mamá que tenían que hacer un trabajo sobre la familia. Suenan las alarmas.... La profesora no da bien la información. Mi hijo se quedará sin hacer el trabajo... Sufrirá una gran frustración... Solución... Grupo de wassap... Lío al canto... En fin...
Pero eso no es lo peor. El caso peor es el del espionaje en toda regla. Los niños no tienen oportunidad de explicar sus experiencias libremente. Antiguamente, yo le decía a mi madre que Pepita le había dicho tonta a Zutanita y se reía y me aconsejaba cómo debían de comportarse las personas. Ahora no... Si pasa ese mismo caso en la clase... el niño se lo cuenta a su madre... faltan segundos para publicarlo en el chat de la clase... del primero , se pasa al segundo, ufff, la maestra no vigila bien a los niños, se está haciendo un bulling increíble... cuando llega la número veinticinco, después de haber puesto emoticonos denigrantes, aplausos insultando, vamos , algo muy parecido a la inquisición, solo hace falta que pongan .... que le cortennnnn la cabezaaaaaa. Deplorable.
¿Podemos educar bien a nuestros hijos, en vez de perder tiempo en estar enganchados continuamente al teléfono? Quizás a nuestros niños les falta eso... tiempo de dedicación, de juegos, de que les escuchen.
Desde luego me siento más relajada sin ser madre apisonadora, helicóptero o guardaespaldas. Quiero que mis hijos sean personas responsables, humildes, críticos constructivos, y si alguna vez tienen alguna frustración que sepan tener la suficiente resiliencia para poder afrontar las adversidades de la vida.


Comentarios

  1. Tal se potencia algunos males que ya estaban, sin la tecnología. Como el prejuicio y la capacidad de no entender.
    Te felicito por no dejarte llevar por las mayorías, por las tendencias.

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