Soliluna: NAVIDAD, NAVIDAD ¿DULCE NAVIDAD?: Bueno, bueno, ya tenemos otra vez a la vuelta de la esquina las temidas fiestas de navidad. Y digo temidas porque antes de empezar ya me est...
Una leyenda japonesa dice que si no se puede dormir por la noche, es porque estás despierto en el sueño de otra persona... Durante mucho tiempo yo permanecía despierta en sueños de muchas personas. Eso hacía que pasara eternas noches durante un espacio de mi vida que se me hizo eterno. Sólo el hecho de ir a dormir ya me producía escalofríos. Solo dormía en los instantes que aquella persona iba despertando de su sueño profundo. Entonces mis particulares pesadillas aparecían una y otra vez. Corría por ciudades oscuras, interminables, con millones de escaleras que bajaba corriendo para escapar de aquel momento onírico. Las farolas casi nunca alumbraban las calles y era normal que tropezase una y otra vez, hasta que volvía a despertar. Me quedaba mirando el techo, la penumbra que procedía de mi maltrecha persiana se reflejaba en aquellas vigas de madera pintadas de blanco. Los muelles de aquel colchón se clavaban en todos los músculos de mi cuerpo. Las vueltas hacia un lado y otro vi
Desde luego uno de mis vicios más confesables es el amor por el chocolate. Durante mi vida han cambiado mis gustos hacia él. Desde la chocolatina deliciosa blanca hasta el más rabioso de los chocolates negros que sería con el que me definiría ahora. Solo capaz de comerlo por los más audaces y amantes del cacao. ¿Me podríais definir con algunas palabras qué tipo de chocolate seriáis en este momento? ¿Relleno, con almendras, con leche o del más puro? Estoy deseando saber vuestras respuestas.
Ja no recordo en quin moment vas marxar de la terra. Penso que mai havies pertangut a aquest món tan ple d’incerteses, tan mancat d’empaties, tan buit d’emocions desencertades. Tu, que sempre havies tingut paraules sàbies que omplien el meu cor solitari i llegies els meus ulls i esbrinaves els meus més secrets pensaments, sense tenir ni idea de que havien succeït. Però malgrat tota la meva picardia sempre m’havies guanyat en les partides de la vida a escat mat. Des que em vaig casar tots els dies em trucaves per saber com m’havia anat el dia o simplement per escoltar la meva veu. El primer que feia quan entrava a casa era mirar si parpallejava la llumeta vermella del telèfon i això era l’excusa que si no em trucaves tu, et trucava jo. Beneïda rutina. Tantes històries per recordar de quan eres jove i caminaves contenta per Granada amb els teus primers vestits de tirants. El somriure etern d’una Joventut que es va quedar estancada en aquella terra que et va fer tant feliç i que mai v
Comentarios
Publicar un comentario